jueves, 17 de julio de 2008

Quiero llamarte amiga*














Mujer alucinada y generosa quiero llamarte amiga
amiga de estas visiones mías atormentadas
mujer que me has traído la belleza de dios en tu mensaje
quiero llamarte amiga por todos los presagios con que siento
la afluencia de saberte hermana de saberte flor
necesito internarme por tus tesoros luminosos
nombrándote por tu contorno de alborada por tu destino
heme aquí en busca de esperanza y de misterio
sintiéndote amiga con toda la pureza del espíritu
aguardando comprender letra por letra tu mensaje y tu raíz
creo en tu pensamiento que recorre los abismos
creo en tu corazón como una rosa viva y poderosa
ciega mujer de amor creo en tu sombra en tu verbo
delicada imagen del misterio quiero llamarte amiga
junto a estas zozobras que circundan mi pecho
al borde de tantos horizontes perseguidos
entre lastimaduras avanzo conducido por el llanto
y te sigo –oh presentida luz oh cuerpo del hallazgo–
para asir el hechizo con que eres lámpara que vigila
perla que desafía el secreto de la vida
ladera de la paz caída en lágrimas pero triunfante al fin
te nombro amiga como si alguna vez en algún sitio
te hubiera conocido frente a frente
pero qué importa el no–haberte visto si te he escuchado
en la borrosa claridad de los crepúsculos
cuando el alma se agita entre preguntas y oraciones
para encontrarte en el fuego del ideal te digo amiga
respóndeme en esta quimera en esta certidumbre
con que te invoco mujer–espejo de un nuevo testamento.


*Jean Aristeguieta





Tomado de: Revista Nacional de Cultura; N° 111-113, año XVII, Caracas –Venezuela, Julio-Agosto, 1955.

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